Cuando estas realizando un viaje largo, una buena opción para ahorrar dinero y estar unos días parado consiste en hacer un voluntariado en un viaje largo en algún destino del mundo que encuentres de tu agrado.
Existen una gran cantidad de plataformas que pueden ser de gran ayuda para hacer un voluntariado en un viaje largo. Las más conocidas son: Work Away, WWOOF, GivinWay o WorldPackers.
Normalmente estas plataformas son de pago. Nuestra recomendación es que antes de inscribirte en alguna de ellas, te informes bien de los voluntariados que ofrece y si se adaptan a tus necesidades.
Por otra parte es importante que busques bien en qué consiste el voluntariado y qué te ofrecen, ya que no todos te incluyen las 3 comidas diarias o el alojamiento.
En algunos puede que te hagan pagar algo o que tengas que trabajar muchas horas. Para que no haya ningún problema es mejor preguntarlo todo antes de empezar y aclarar cuáles son las tareas a realizar.
Primera granja orgánica en Camboya
En nuestro caso, una granja orgánica en Camboya fue nuestro primer destino para hacer un voluntariado en un viaje largo.
Después de estar 5 meses viajando y moviéndonos de un lado a otro, creíamos que había llegado el momento de hacer un parón en el viaje y optamos por hacer un voluntariado en un viaje largo.
Miramos en las distintas plataformas y nos decantamos por inscribirnos en WWOOF. WWOOF es una plataforma que te ofrece la posibilidad de hacer un voluntariado en una granja orgánica.
La mayoría de voluntariados que encontramos en la conocida plataforma Work Away eran todos proyectos de extranjeros que habían montado un negocio en Camboya y buscaban gente de fuera para ayudarlos en el negocio.
En nuestro caso queríamos hacer un voluntariado que nos permitiese el contacto directo con gente local para poder aprender su cultura y convivir con ellos.
La plataforma WOOF nos ofrecía exactamente lo que buscábamos: una estancia en una granja orgánica en Siam Reap con una familia local camboyana.
Los primeros días del voluntariado fueron para tener el primer contacto con la familia, entender cómo funcionaba la granja, ver qué cultivaban y de qué forma lo hacían.
En la granja orgánica no existían las comodidades a las que estamos acostumbrados en el mundo occidental. Dormíamos en el suelo, la ducha consistía en tirarse cubos de agua por encima y nos teníamos que cocinar en un fuego.
La familia tampoco hablaba mucho inglés, pero entre todos conseguíamos comunicarnos cada vez mejor. También fue una buena oportunidad para aprender algo de Khmer que ellos mismos nos enseñaban.
Nuestras tareas consistían en ayudarles a preparar la tierra, plantar y recolectar semillas, regar y cocinarnos.
Experiencia en hacer un voluntariado en un viaje largo
Hacer un voluntariado en un viaje largo y poder convivir con gente local ha sido una experiencia muy gratificante.
No solo nos ha servido para ahorrar, sino que hemos podido entender y vivir en primera persona el día a día de una familia agrícola camboyana.
Realizar este voluntariado en un viaje largo también nos ha ayudado a vivir el país en el que estamos viajando de una forma diferente y poder conocerlo de un modo más próximo.
A modo de curiosidad, al llegar en la granja nos sentimos un poco “pardillos” al hacer algunas tareas. Te das cuenta que con la educación que hemos tenido hay muchas cosas importantes que desconocemos o les damos importancia a otro tipo de cosas.
En resumen, tener la oportunidad de hacer un voluntariado en un viaje largo no solo nos ha servido para aprender nuevos conocimientos de agricultura orgánica o viajar sin ser turista sino que nos pusimos las pilas para cocinar y aprender nuevas tareas.
También nos llevamos unos amigos para siempre, pues convivir en una granja donde dormíamos 9 personas en una misma habitación, comíamos todos los días juntos y trabajamos codo con codo estrecha una relación hasta el punto de perdurar para mucho tiempo.